Teotitlán del Valle, Oaxaca

Para colmo de los artesanos, todas las grecas y colores parecen iguales a nuestros ojos de turisaurus brutus recién llegados a Teotitlán del Valle. La competencia es dura en un pueblo que lleva generaciones completas dedicado a la fabricación artesanal de tapetes de lana, pero una mujer parece estar segura de que las mejores alfombras salen de su taller. A Rufina no le gusta que le tomen fotos. Le pedí permiso para retratarla y respondió con una afirmación forzada por la cortesía mientras se paraba detrás de uno de sus tapetes. No es una mujer tímida, su presencia es tan fuerte como su nombre. Quizá prefiere ser retratada a través de su trabajo. “Despelucas a los borregos, cepillas la lana, la lavas, la tiñes… cada tapete es único. Los patrones los sacamos de aquí” dice tocándose la cabeza. Tras media hora de escucharla hablar en el lenguaje de la lana y el añil, los turisaurus nos contagiamos de su entendimiento y respeto por la materia prima y sus procesos. Entonces, comenzamos a notar las diferencias: sus grecas, en sintonía con las formas naturales, recuerdan a las litografías de Ernst Haeckel y su geometría hipnotiza como mandala; los colores son sobrios y elegantes, ¿quién pensaría que la cáscara de nuez tiene tantas posibilidades?

– Carlota